Se sigue trabajando en el anteproyecto de ley de libertad religiosa

Equipo de profesionales del CEDyRDías atrás, el Dr. Juan Martín Vives, director del Centro de Estudios sobre Derecho y Religión (CEDyR) que funciona en la Universidad Adventista del Plata (UAP), tuvo un nuevo encuentro de trabajo con el equipo que está elaborando el anteproyecto de ley sobre libertad religiosa, iniciativa convocada y patrocinada por la Secretaría de Culto de la Nación.
«Cabe recordar que en la Argentina no hay una ley con estas características —explica el Dr. Vives—, sino que se cuenta con un decreto ley del gobierno de la última dictadura militar, que está vigente aún y que ningún gobierno democrático ha modificado. Han existido en los últimos años unos veinte proyectos o anteproyectos que no alcanzaron los consensos suficientes para transformarse efectivamente en ley».
Al consultarle acerca de cuáles son las expectativas de que este anteproyecto sea tratado en un corto plazo, el director del CEDyR expresó: «Una de las cuestiones importantes a considerar es el apoyo parlamentario con que contaría esta iniciativa de acuerdo a los contactos que han realizado las autoridades de la Secretaría de Culto (dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación). Tal vez es importante remarcar que una de las razones por la cual los anteriores proyectos no alcanzaron sus metas fue que los diferentes referentes de las iglesias y grupos religiosos que conviven en nuestro país no lograban alcanzar los suficientes acuerdos para llevar adelante una iniciativa como esta. Como Iglesia Adventista del Séptimo Día estamos trabajando y brindando nuestra perspectiva para colaborar con este proyecto, conformando un bloque que está integrado en consenso con otras iglesias protestantes y evangélicas».
La Agenda preguntó al Dr. Vives cómo se vive y cuál es la atmósfera que reina en el grupo que está asesorando acerca de este anteproyecto: «Lo primero que tenemos que aclarar es que aquí no se debaten cuestiones doctrinarias, de convicciones religiosas, sino que se trabaja en base a las posiciones que cada uno tiene respecto a cómo respetar mejor el derecho de libertad religiosa. Es un ejercicio de tolerancia y amplitud de mente el tratar de ponerse en los zapatos del otro y dejar en claro que estamos salvaguardando los derechos que cada persona y cada iglesia tiene. La libertad religiosa debe ser para todos».
Al hablar sobre el estado de avance y los tiempos que restan para que esta iniciativa llegue a debate parlamentario, el Dr. Vives consignó: «Creo que el tiempo puede ser breve: es factible que este año pueda presentarse. Si es así, seguramente será tratado en las cámaras el año que viene. En lo que refiere al proyecto, está en un proceso de construcción que lidera la Secretaría de Culto, proceso que intenta tomar las distintas propuestas y contrapropuestas, y conformar un proyecto final. Una ley es un sistema cerrado que debe ser coherente, con sentido. Es por eso que se trata de una tarea desafiante. En cuanto a nuestra participación, lo positivo de todo esto es que hemos podido acercar nuestras posiciones y consensuarlas con otras iglesias y federaciones de iglesias. Algunas de esas propuestas muy probablemente formarán parte del texto definitivo del proyecto, lo cual para nosotros es sumamente significativo. Hay que entender que este proceso tiene una parte técnica y otra política y nuestra iglesia no deja de ser minoritaria, por lo tanto la influencia que hemos podido ejercer ha sido positiva y debemos valorarla. Agradecemos a Dios por poder estar participando de la forma en que lo hemos estado haciendo, y confiamos en poder seguir aportando en lo que viene».
Pedimos también al Dr. Vives que nos brindara su balance de la participación del equipo del CEDyR en este desafío: «El hecho de contar con un centro de estudios propio es muy importante. Si bien la Iglesia adventista cuenta en su estructura con departamentos que están participando en esta iniciativa, como el Departamento Jurídico y el Departamento de Libertad Religiosa y Asuntos Públicos, la posibilidad de tener un grupo de profesores e investigadores adventistas trabajando en equipo es invaluable. Son personas que combinan la formación académica, la cosmovisión adventista y el compromiso con la libertad religiosa, lo cual genera una sinergia muy particular. Aunque a veces sea una sola cara la que se ve en las fotos, sin este trabajo colaborativo sería imposible llevar adelante esta tarea. Hay que reconocer y valorar también la visión tanto de la UAP como de las autoridades de la Iglesia de haber apoyado la creación y el funcionamiento de nuestro centro».