Estudiantes de la UAP impactaron Paraguay

Desde el 4 hasta el 12 de agosto, cincuenta y cinco jóvenes pertenecientes al Instituto Misionero de la Universidad Adventista del Plata (UAP), llevaron adelante actividades de evangelismo y de promoción de la salud en las ciudades de Encarnación, Hohenau, Capital Miranda y San Ignacio de Paraguay. La Agenda dialogó con algunos protagonistas del Impacto:

Priscila Bria, coordinadora del Impacto Paraguay (IP) «El programa denominado impacto, consiste en ayudar a las iglesias adventistas de la zona con los proyectos que ellos ya están desarrollando. También realizamos trabajos comunitarios como pintar iglesias, limpiar plazas y brindar charlas de salud. En esta ocasión pudimos contar con la presencia de alumnos de todas las facultades de nuestra universidad, algo que enriquece el trabajo ya que cada uno aporta algo a partir  lo que aprenden en sus respectivas carreras».

«Este es el segundo año que realizamos esta actividad en Paraguay —continuó diciendo Priscila—. Pudimos ver cómo la membresía de la iglesia nos estaba esperando con los brazos abiertos y con un cronograma bien orquestado para que pudiéramos organizarnos mejor. Los hermanos paraguayos estaban muy felices de ver cómo un grupo de 50 chicos voluntarios decidieron dedicar una semana de sus vacaciones para ayudar a otras personas».

Gabriel Aragonés, capellán de la UAP: «Alguna de las charlas que se dieron fueron sobre planificación financiera dentro de la familia y también sobre salud. Estas fueron dictadas en colegios e iglesias de las ciudades. Por ejemplo los chicos (4) que visitaron San Ignacio, dieron 23 charlas cada uno. Fue un trabajo muy gratificante y eficiente el que se pudo realizar. También se visitaron hogares de niños y casas aledañas a las iglesias. Una de las actividades que más concurrencia tuvo fue la ExpoSalud, en la costanera de Encarnación.  Allí se buscó que, por medio de la educación, la prevención y la promoción en salud, las personas aprendieran aspectos relacionados con sus hábitos de vida, teniendo a los ocho remedios naturales como eje de la actividad».

Milena Espinoza, estudiante de Comunicación Social  en la UAP: «Participar en el IP fue una experiencia nueva, linda y desafiante para mí ya que tuve que dar charlas y cursos en diferentes colegios, algo que nunca había hecho. Además de esa actividad, también trabajé con unos 60 niños de un barrio que visitamos todos los días. Allí realizábamos juegos, contábamos historias y  enseñábamos canciones. Me asombró lo rápido que aprendieron todo lo que compartimos y cómo nos tomaron cariño al punto que nos pedían que no nos fuéramos».

Estas jornadas de servicio finalizaron con una ceremonia bautismal y el llamado a los concurrentes a decidir por Cristo. Muchos respondieron, entre ellos, un integrante del grupo del Instituto Misionero.