Dr. Gustavo Gregorutti: «El tema central aquí es generar una estructura académica que nos permita interactuar con el exterior»

Dr. Gustavo GregoruttiEl viernes 2 de diciembre, en el Auditorio Raúl Cesan, se realizó una conferencia que estuvo a cargo del Dr. Gustavo Gregorutti, profesor de Liderazgo y Educación Superior en la Escuela de Educación de la Universidad Andrews, Michigan.
Dicha actividad estuvo organizada por la Vicerrectoría Académica y la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Adventista del Plata (UAP).
El expositor abordó dos tópicos en esta conferencia: «Tendencias actuales en educación superior en universidades adventistas» y «Desafíos y oportunidades de investigación en universidades privadas de Latinoamérica». Un importante grupo de docentes, administradores y alumnos pudo profundizar en esta importante temática y compartir sus puntos de vista en momentos de intercambio que se abrieron durante el final de cada presentación.
Aprovechando la ocasión, La Agenda dialogó con el Dr. Gregorutti y con el Mag. Gabriel Pérez Schulz, vicerrector académico de la Institución, acerca de esta conferencia que abarcó temas significativos en lo que respecta a la educación superior.
Consultado acerca de los objetivos que persiguió la conferencia, el Dr. Gregorutti respondió: «Traté de explicar en este espacio las megatendencias que están impactando en la educación universitaria del mundo, en particular en el área de mi especialidad, que refiere a Latinoamérica. Obviamente, direccionamos esto al contexto de la educación adventista, el cual cuenta con su propia característica. Todas estas tendencias están, literalmente, trazando un camino por el cual uno puede llegar a ser arrastrado. Ejemplos de ello son la internacionalización, la acreditación y los rankings (índices armados bajo algunos criterios, arbitrariamente elegidos)».
Cuando se le preguntó cómo se filtran estas tendencias, acotó: «Para ser gráfico, voy a utilizar una metáfora de la compuerta de agua. Todos conocemos las acequias. Ellas tienen compuertas en donde se administra el caudal de agua abriendo y cerrando las mismas. Las universidades funcionan con filtros, que se asemejan a esas compuertas, y que pueden ser ideológicos, administrativos, de sistemas, etc. No hay una solución única para el fenómeno, ni una receta. No hay una única forma de hacer educación adventista. Esta cuestión de la regulación es de acuerdo a los filtros internos de cada organización; uno de ellos podría ser rechazarlas y aislarse (gueto), pero el problema reside en que las asociaciones de los gobiernos (en estos últimos veinte años a través de los sistemas de acreditación) constriñen y dejan sin opción para asimilar estas tendencias, entonces se debe buscar un medio de equilibrio. De esto surge el miedo a la secularización, a que se diluya la identidad, y allí es donde reside la discusión interna acerca de este tema. En general, hay cosas muy positivas en torno a esto, pero existen muchos mitos acerca de qué es adventismo y qué es educación adventista. Las cosas han cambiado mucho en torno a estos conceptos en los últimos años».
Consultado acerca del papel que juega el área de la investigación en este contexto de educación superior, el Dr. Gregorutti, consignó: «Esta es una de las más difíciles para el modelo de educación adventista. ¿Por qué? (inclusive hay una cuestión teológica muy profunda). Porque nuestra impronta ideológica es la formación del carácter de los alumnos, acercarlos a Dios. Tenemos un presupuesto antropológico central que dice que la naturaleza del ser humano ha sido fracturada por el pecado. Por lo tanto, no hay forma humana de restituir esto sin la presencia de Dios en la persona. Eso es educación adventista. ¿Cómo hacemos esto y a la vez estamos en el mundo? El concepto de educación que aporta Elena de White es mucho más amplio. Ella habla de la incorporación de esta filosofía antropológica en todas las carreras, en todos los campos del saber. Aquí está el detalle, en que se quedó solo en la parte operativa del sistema (bautizar, llevar personas a Cristo, crecimiento de iglesias, etc.) y las universidades han quedado como apéndices de la iglesia y no como una institución que interactúa con ella. La universidad no es iglesia. Sin embargo, asume y proyecta las bases de la iglesia. Esto es un universo en la diferencia, en la forma. Esto se entiende en el diálogo, en la discusión de las ideas, que son poderosísimas. Ahora, una idea sin estructura, sin sistema, no funciona, no sirve. La idea nos tiene que llevar a la ejecución. Allí se potencia la idea y la misma puede generar nuevos sistemas. Ahí está la dificultad, en la generación de sistemas de interacción con nuevas tendencias. Estamos dirigiéndonos en auto hacia adelante, pero estamos más atentos a los espejos retrovisores. Hay muchas posibilidades de chocar en esta forma de conducir. Pero si miras solo hacia adelante te vas a desviar. Tenemos que alcanzar el equilibrio».
Durante la charla, también preguntamos al Mag. Pérez Schulz acerca de la apuesta que la UAP está haciendo en esta área que es la investigación. «Estamos avanzando en conseguir los recursos para incentivar la investigación y crecer de forma estable en este sentido. Desde la Vicerrectoría Académica hemos puesto nuestro esfuerzo en salir de nuestros primeros pasos en investigación y crecer, buscando recursos estatales y privados que auspicien las investigaciones en curso en las distintas disciplinas, claro está, sin olvidarnos de los principios que nos identifican como universidad».
Retomando el diálogo con el Dr. Gregorutti, le preguntamos de qué manera una universidad como la UAP puede apoyar a la iglesia y mantener el sentido propio y fundamental de la educación superior. «De la Universidad veo muchas cuestiones que la destacan. El recurso humano del que dispone es extraordinario. Además, los profesionales que forman aquí tienen un impacto significativo en todo el mundo. Solo que el problema ha sido asumido casi espontáneamente, sin sistematizar estas variables. Es decir, incorporo docentes adventistas e infiero que con eso ya está asumida la identidad. No siempre es así. Esta es la lucha que muchas universidades del mundo tienen. Un ejemplo lo encuentro en la Universidad Adventista de Corea, cuya población universitaria es en un ochenta por ciento no adventista y su planta docente, ciento por ciento adventista. La cuestión aquí es cómo se trabajó con esta comunidad no adventista. Ellos crearon un sistema de capellanes y momentos de adoración diferentes, pero para esto se debe contar con una mentalidad distinta. Si pensamos en reproducir un espacio espiritual como hace treinta años, es lógico que nadie te preste atención. Aquí no estamos atentando contra ningún principio, solo modificamos las formas».
Volviendo al tema de la investigación, pedimos al Dr. Gregorutti que nos expliquara de dónde parte este debate. «La discusión acerca de la investigación es exógena, viene como una imposición del gobierno. Hace un tiempo, estuve en la Universidad Adventista de Colombia, en donde brindé una conferencia sobre cómo generar conocimiento, y otros temas, y noté la preocupación que ellos tenían. ¿Por qué? La presión que recibían de las agencias acreditadoras del gobierno era tan fuerte que debieron repensar la misión de la universidad. Allí es donde hay crisis y esto sucede en todos lados. No es que se esté pensando en una contribución al mundo de las ideas, sino que estamos en un modelo de operacionalización, es decir, uno consigue ciertos contenidos, ciertas personas, una misión, y se trabaja estrictamente en esa dirección. Entonces, la creación de nuevas ideas es vista como un lujo, en muchos casos como una imposibilidad. Allí es donde nosotros podemos contribuir enormemente, pero desde nuestro ideario, tradiciones y filosofía. Lo que dice el Mag. Pérez Schulz es muy cierto: muchos piensan en la investigación a través del recorte presupuestario. Pero el mundo afuera tiene recursos y muchas cosas por hacer. El tema central aquí es generar una estructura académica que nos permita interactuar con el exterior. Y aquí no hablo de la UAP; hablo en general. Lleva diez años preparar un investigador, un artículo científico puede llevar entre dos y tres años hasta que se publique, tener una agenda de interacción en congresos internacionales lleva seis años. Aquí estamos hablando de un investigador que es una entrada al proceso, el cual lleva unos veinte años. La continuidad es determinante en el éxito de esta impronta».
En este sentido, le pedimos al Mag. Pérez Schulz que nos brindara su visión de cómo instalar esta cultura de la investigación: «Como universidad, nuestro primer objetivo es preparar el recurso humano calificado, profesionales que sientan la investigación y profundicen en ella. Nosotros, como administradores, también tenemos que modificar algunas cuestiones y darle a la investigación el lugar que merece. Y no es cuestión de que esto no se haya hecho, sino que necesitamos que esta actividad tenga la continuidad que necesita para afianzarse en nuestro medio. Este es un proceso de constante actualización y generación de conocimiento».
El Dr. Gregorutti también presentó su posición con respecto a este tema: «Muchas universidades se suman al método del copiado. Muy bien, todos investigan, yo investigo. Pero no estamos hablando de esto. Hablamos de una reconversión. La idea para discutir aquí es la siguiente: ¿Cuál es la idea de universidad adventista que tenemos? Esta visión ha ido evolucionando y es normal que así suceda. Siempre hay cosas que se pueden hacer mejor y hemos dejado detrás muchas cuestiones en la educación adventista, una de ellas, el trabajo manual. Esta área es casi inexistente en el sistema adventista en todo el mundo. Hablamos de lo que produce ensuciarnos las manos, como formación de la persona, y esto puede ser en cualquier área de formación: en las ventas, relaciones públicas o hasta en desarrollar un software. Esta es una dimensión muy poco atendida en la mayoría de las universidades. Otra es la integración con la misión de la iglesia. ¿Cómo me integro a la misión con este software nuevo que ideé? ¿Cómo hago esto siendo un neurólogo de alto nivel? Elena de White habla de una integración del ámbito profesional en la misión de la iglesia. Acerca de esto tiene que fundarse el diálogo y reentender el tema».