Exitosa defensa de tesis en la Maestría en Educación Médica: Entender que Dios tiene sueños que superan los nuestros
“Más yo a ti he clamado, oh Jehová, y de mañana mi oración se presentará delante de ti” (Sal. 88:13)
Mi nombre es Gladys Patricia Robledo de Nahuelán. Soy oriunda de Villa Mercedes, San Luis. Estudié en el Colegio Adventista del Plata, en 1984, el curso de Auxiliar en Enfermería; luego, en el año 1986, Enfermería Profesional. Cuando terminé esa etapa, en 1989, ya estaba próxima a casarme con mi compañero de clases, Juan. Cursamos juntos la Licenciatura, en Rosario. Servimos al Señor en Paraguay y cuando regresamos a estas tierras fuimos becados para cursar el Profesorado Universitario.
Al mirar hacia atrás, no dejo de agradecer a Dios por su providencia constante. Recuerdo que mi historia favorita en la Biblia era la del pueblo de Israel: su paso por el desierto, perseguidos por los egipcios, rodeados por montañas y el mar en frente… pero Jehová les abrió el mar para que ellos pudieran cruzar. En mi formación, en lo económico, humanamente no tenía dinero para pagar, pero Dios proveía constantemente a través de la institución, docentes, personas que él enviaba, para que pudiera avanzar.
Hace un poco más de 2 años, comenzamos la Maestría en Educación Médica en el Instituto Universitario Italiano de Rosario (IUNIR) y, lo que parecía por momentos inalcanzable, fue transformándose en algo real y concreto. También, fui becada por la institución para realizarla.
Los docentes del IUNIR dictaban clases los domingos, cada 15 días. Cada vez que iniciábamos las clases, ellos respetaban nuestra buena costumbre de orar. Fue muy enriquecedor y aprendimos que no hay barreras para compartir nuestras creencias, siempre y cuando, lo hagamos con respeto y amor.
El jueves 8 de mayo de 2014 pudimos defender nuestras tesis y finalmente concretar lo que tanto anhelábamos: lograr la titulación en Magíster en Educación Médica. Aunque mi formación de base es Enfermería, y ella me ha dado muchas satisfacciones, entendí que continuar formándome académicamente es de gran responsabilidad delante de Dios y de beneficio en la formación integral de nuestros alumnos.
En este proceso, quiero agradecer a Dios en primer lugar, por su dirección y maravillosa presencia en cada aspecto de mi vida, ya que sin él no hubiera sido posible concretar este proyecto; a mi familia: esposo e hijos, porque son la motivación de mi vida; a mis asesores: Mg. Judit Figueira, Dra. Élida Iriarte de Dupertuis, Dr. Daniel Gutiérrez Raina, Lic. María Laura Rizzo, Prof. Gladys Fernández, Lic. Ismael Morales, por su apoyo, paciencia y gran ejemplo de abnegación, constancia y servicio; a la gestión de la Universidad Adventista del Plata, por su apoyo permanente en mi capacitación. En lo personal, quiero agradecer al Dr. Víctor Armenteros, quien estuvo presente en la defensa de tesis;
a cada colega docente de la maestría por ayudarme y animarme en la formación académica; y a cada una de las personas que estuvieron dispuestas a apoyarme para alcanzar esta meta: familia, amigos, colegas, docentes, compañeros de clase y alumnos. ¡¡Muchas Gracias!!
Gladys Patricia Robledo
“Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Prov. 2:6).
Nací en Perú. A los 20 años llegué al Colegio Adventista del Plata. Terminé el secundario y luego cursé Enfermería. Fui invitada a trabajar en la Clínica Médica Belgrano, en Bs. As. Dios se ocupó de todos los detalles de mi vida. Al final de 1987 regresé a esta localidad, Libertador San Martín. Me casé con Carlos Delgado y juntos trabajamos en el Sanatorio Adventista del Plata. Después de trabajar por 17 años, en el año 2005, al terminar la Licenciatura en Enfermería en la Universidad Nacional de Rosario, fui invitada a trabajar en la UAP, en las carreras de Enfermería y Medicina. Actualmente, por la providencia de Dios, tengo a mis dos hijos que estudian Medicina en esta universidad.
¿Cambios? Sí, y muchos: seguir estudiando en el Profesorado Universitario becados por la UAP. ¿Otro desafío? Sí: comenzar el cursado de la Maestría en Educación Médica a través del convenio que realizó la UAP con el Instituto Universitario Italiano de Rosario.
Cuando dedicamos nuestra vida al servicio de Dios, él toma este vaso común y lo transforma, lo pule, demostrando que en sus manos podemos ser útiles al servicio de la comunidad donde vivimos.
¿Cómo se quedarán con conocimientos, si saben que la mejor forma de prevenir las enfermedades es a través de la educación? ¿Cómo retendrán el mensaje y principios de vida que han descubierto? Nuestros estudiantes saben que el que da llega a ser el más beneficiado.
En búsqueda de innovación, los docentes modificamos el Programa de Actividades Curriculares. En este marco se analizan las inquietudes de la población y la necesidad de cambios en la educación del profesional de salud, con el fin de que ellos sean protagonistas de su propio aprendizaje, cumpliendo con la misión de restaurar en el hombre la imagen de Dios.
«Aplicación y evaluación de un modelo de estrategias de enseñanza-aprendizaje para el proceso de formación del enfermero en atención comunitaria materno infantil» es el título del estudio de investigación realizado.
Para llegar a esta instancia, la defensa de tesis, debemos recorrer un largo camino de aprendizaje, replanteos, disciplina, perseverancia, paciencia, en el que Dios va guiando cada paso del proceso.
Se evalúa el modelo de estrategias metodológicas de enseñanza-aprendizaje de la Cátedra de Enfermería Materno-Infantil y su contribución para el desarrollo del proceso de formación del estudiante de Enfermería, un recurso humano que debe ser capaz de brindar atención primaria de salud y ser un impacto positivo en la comunidad donde se encuentre.
El desempeño de cada estudiante fue percibido por las familias con un alto nivel de satisfacción. Esto nos acercó a la comunidad, permitiéndonos conocer la realidad social, a fin de brindarles programas de atención acorde a las necesidades individuales de cada familia asistida.
Agradezco a la Universidad Adventista del Plata, a la Facultad de Ciencias de la Salud, por el interés en la superación de su cuerpo docente, a mis queridos estudiantes que son el motivo de ser, y a la comunidad por su loable participación. Quiero también realizar una mención especial para el Dr. Daniel Gutiérrez Raina por su dirección en la elaboración de la tesis; a la Mag. Judit Figueira; y al Dr. Víctor Armenteros, por su compañía ese día de defensa de tesis. También, deseo agradecer a cada colega de investigación, del cursado y de la carrera, por sus contribuciones valiosas en el desarrollo de este desafío.
Prof. Lic. Herlinda Delgado
