Las Tunas, un lugar para volver

El Cr. Ramos estuvo presente en el lugarEl poeta mendocino Armando Tejada Gómez (1929-1992) nos dice que siempre volvemos a los sitios donde hemos amado la vida, sólo para comprender la magnitud de las ausencias.

La historia de la Universidad Adventista del Plata recuerda con cariño su paso inaugural por la localidad de Las Tunas. No podría ser de otra manera, porque el lugar fue elegido por el gran impulsor de la educación adventista en su primera hora, Frank Henry Westphal (1858-1952). El propio misionero había convencido a un puñado de creyentes de Santa Fe y Entre Ríos de la necesidad de educar a sus hijos para este tiempo y para la eternidad en una institución confesional. La decisión se plasmó en aquel consenso logrado en los alrededores de Crespo un 26 de septiembre de 1898.  El colegio prepararía jóvenes para las tareas agrarias, tanto como para el servicio misionero. El dinero que lograron reunir no llegaba a los $ 7.000 en valores actuales, si bien se prometieron futuras cosechas, esfuerzo personal y hasta un pedazo de campo en la cercana Colonia Camarero.

Lo cierto es que el primer período de clases se inició en Las Tunas, Santa Fe, un 20 de enero de 1899.  No podríamos dejar de recordar con afecto al ilustre misionero Nelson Z. Town y a su esposa Sadie Graham, lo mismo que al profesor A. T. DeLearsy, llegados en tren a las Tunas, para atender a sólo seis alumnos en el primer curso y más de 20 en el segundo (29 según algunas fuentes).  Lo mismo ocurre con las familias que enviaron a sus hijos a Las Tunas, casi todas de la provincia de Santa Fe.

Como un paréntesis, quisiera decir que hemos discutido el asunto de la identidad de los primeros seis alumnos. El director Nelson Town creo que aportó la solución, al dar una lista de nombres de quienes habían finalizado el primer curso y estaban colportando (distribuyendo publicaciones). Dice textualmente en la llamada “Carta Mensual”: “Rodolfo Diriwachter y Enrique Streuli se fueron a Entre Ríos. David Rostán y Armando Hammerly están viajando al sur en Santa Fe, el hermano Guerin ha vuelto a la Prov. de Córdoba y Enrique Peverini y yo estamos en la Prov. de Buenos Aires”.  Más de 60 años después, Santiago Mangold dio otros nombres, tal vez del segundo grupo: Ignacio y Angelberto Kalbermatter, Santiago Mangold, Pablo y Juan Bonjour, Godofredo Block, Armando Hammerly, Daniel y Luisa Peverini y Daniel Rostán. Esta lista bien puede no ser exacta, según otros testimonios, por lo que sólo nos queda la ilusión de recuperar alguna vez la nómina completa.

De cualquier manera, no fue difícil para estos estudiantes encariñarse con ese entorno rural de trabajo y tranquilidad, fundado tres décadas atrás (la fundación de Las Tunas data de 1868). El molino harinero San Luis había prestado servicios por un cuarto de siglo, cuando el pastor Westphal lo alquiló junto a la espaciosa casa perteneciente a los Inhabenit y posteriormente a los Wegener. La estación ferroviaria de Las Tunas facilitaba el acceso de los estudiantes. Y ya que volvemos a hablar de los alumnos, quiero decir que los había de primaria y de secundaria, internos y externos, pequeños de 7 años y grandotes de 30, de familias de habla castellana, francesa, italiana y alemana.  En los cursos de 1899 se estudiaba mucho, como en otras escuelas y colegios, pero había más tiempo y se compartían más cosas, como el estudio de la Biblia, la música y el canto (con el acompañamiento en órgano de la Sra. Town), la molienda manual de trigo para el pan integral y la fabricación y venta de manteca de maní. Muchos de los internos aprendieron a gustar de la alimentación vegetariana.

El alejamiento de Las Tunas se decidió entre los días 22 y 23 de julio de ese mismo año, con la presencia del propio pastor Westphal. El colegio y su director se trasladarían a Entre Ríos. El Colegio Camarero comenzó a levantarse en octubre y no estaba terminado cuando se retomaron las clases en abril de 1900, con un grupo de entre 15 y 23 estudiantes.  Pedro Peverini había sido el constructor, Frank Westphal el “peón” que amasaba el barro, Nelson Town, limitado físicamente, preparaba la comida, Luis Ernst cavó el pozo y Domingo Daliesi donó los árboles. El Colegio Camarero, llamado posteriormente Colegio Adventista del Plata (1908) y Universidad Adventista del Plata (1990) no habría de olvidar sus raíces.

Había que volver, a pesar de las ausencias de tantos nombres fundadores, de la reubicación institucional y del tiempo transcurrido. Algunos regresaron de tiempo en tiempo, como Santiago Mangold, quien a principios de los 60 pudo identificar la pieza donde había vivido. Como muchos recordarán, hubo un emotivo encuentro un frío y grisáceo 20 de junio de 2009, cuando mucha gente de cerca y de lejos participó del acto de colocación de placas en nombre de la Universidad Adventista del Plata y de la Asociación Argentina Central. Quisimos volver en este año 2013 y lo hicimos en el mes de diciembre, para deleite de muchos que no conocían el lugar y para solaz de otros que decidieron retornar. Con gratitud a Dios por sus bondades, a la comunidad de Las Tunas por su hospitalidad y a los descendientes de la familia Wegener, quienes han conservado lo que perdura del molino y de la casa.

Las comunidades de Libertador San Martín, Entre Ríos y Las Tunas, Santa Fe, se hermanan una vez más este sábado 21 de diciembre de 2013. Después de todo, no estamos tan lejos (apenas 125 kilómetros). Además viene al caso decir que del colegio de Las Tunas y también de la iglesia de las Tunas que Jean Vuilleumier y Frank Westphal organizaron en 1897 surgieron nombres muy cercanos a nosotros: Armando Hammerly fue enfermero en el Sanatorio Adventista del Plata, Santiago Mangold estuvo interinamente a cargo del Colegio Camarero en ausencia de un director, Edmundo Daliesi fue alcalde de Libertador San Martín. ¿Y qué decir de los descendientes o parientes cercanos de estas familias relacionadas con el colegio o la iglesia de Las Tunas? En el Sanatorio Adventista del Plata sirvieron, por ejemplo: Marcelo Hammerly e Hiram Darío Rostán como directores médicos, Romualdo Kalbermatter como gerente, Rubén Rostán Rhiner como médico. En el Colegio Adventista del Plata trabajaron, por nombrar algunos: Daniel Hammerly Dupuy, Juan Armando Bonjour y Julio Peverini como profesores, Héctor J. Peverini, Egil H. Wensell Arn como directores generales, y el actual rector de la Universidad Adventista del Plata, Oscar A. Ramos Arn (los Arn vivían en ese tiempo en Pujato y asistían a la iglesia de Las Tunas). Y la lista no es completa.

Todas estas son memorias queridas y sorprendentes que mitigan las ausencias y renuevan nuestro compromiso y nuestras esperanzas de la mano de la fe.

 

Dr. Daniel Oscar Plenc

Universidad Adventista del Plata

 

[1] Armando Tejada Gómez, “Canción de las simples cosas”.

2 Frank H. Westphal, Pioneering in the Neglected Continent (Nashville, Tennessee: Southern Publishing Association, 1927).

3 Jorge Lust (1856-1929) donó 17 hectáreas en lo que hoy se conoce como Libertador San Martín, Entre Ríos. En esas tierras se edificó el Colegio Camarero y se retomaron las clases en 1900. Véase: Egil H. Wensell, El poder de una esperanza que educa y sana (Libertador San Martín, Entre Ríos: Editorial Universidad Adventista del Plata, 1993).

4 El primer trimestre de  clases se ofreció entre el 20 de enero y el 17 de marzo. El segundo curso se inició el 20 de junio de 1899.

5 Nelson Zane Town había realizado estudios de teología en el Colegio de South Lancaster, Massachussetts, fundado por Goodloe H. Bell. Fue misionero en Escocia, en Inglaterra y en la Argentina en dos períodos (1896-1908, 1930-1933). Véase: Don F. Neufeld, ed., Seventh-Day Adventist Encyclopedia, vol. 2, Second Revised Edition (Hagerstown, MD: Review and Herald Publishing Association, 1996).

6 Nelson Z. Town, “Las Tunas”, La Carta Mensual (agosto 1899), 2.

7 Nelson Z. Town, “Argentina”, Advent Review and Sabbath Herald, 27 febrero 1900, 140.

8 Juan Carlos Priora, “Regreso al pasado”, El observador, 7 de septiembre de 2007, 23.

9 María Soledad Barlatey, en carta al autor, mencionó a sus padres, Mario Pedro Barlatey y Noris Jossen de Barlatey. Según esta información, Mario Pedro es biznieto de Benjamin Wegener y Angela Berthou, propietarios del predio que fuera alquilado para el Colegio de Las Tunas (Correo de María Soledad Barlatey a Daniel Oscar Plenc, 17 de diciembre de 2013).